¡¡Como triunfan estas galletas!! Y es que son muy típicas en las tardes de ‘Café & Té’.

Muy fáciles de hacer y además aprovechamos las sobras de otras recetas. ¿A qué me refiero?

Son muchas las recetas de postres en las que no se usan las claras de los huevos, y a veces nos encontramos algún mini-tupper con un par de claras olvidadas por ahí. Esta receta no lleva yemas, por lo que ¡es perfecta para aprovecharlas!

 

INGREDIENTES

125 gr. Mantequilla

160 gr. Azúcar Glas

160 gr. Harina tamizada

1/2 cucharada de Esencia de Naranja

2 Claras de huevo.

 

EMPEZAMOS

Ponemos el horno a precalentar a 180º.

Batimos la mantequilla hasta blanquearla, esto es, hasta que parece una crema.

Para esta tarea el robot o batidor es una gran ayuda, aun así, también podemos hacerlo a mano.

Añadimos el azúcar glas y seguimos batiendo hasta que está bien mezclado. ¿Habéis visto que molinillo más gracioso tengo para hacer azúclar glas?

Añadimos la esencia y las claras (sin batir previamente). Mezclamos de nuevo.

Después añadimos la harina tamizada. Mezclamos todo muy bien y pasamos la mezcla a una manga pastelera, en mi caso al Decomax de Lékué.

En la bandeja del horno, y con un papel vegetal o una alfombrilla de silicona, vamos haciendo pequeñas tiras.

Las tiras deben de ser como de unos 6 cm. de largo. No las hagáis muy anchas, ya que las lenguas deben ser finas y al hornear se ensanchan bastante. Con 1 cm. de grosor es más que suficiente.

En la primera fila, de la foto de la derecha, podéis ver como se quedan si las dejamos reposar unos minutos sobre la alfombrilla caliente. La masa se ensancha y pierde la forma de la manga. Al meterlo en el horno pasa igual, se expanden con el calor.

La primera hornada he tenido que tenerla 12 minutos, y eso que el horno estaba precalentándose desde hacía un buen rato, pero he esperado hasta que tenían el dorado perfecto. Las dos hornadas siguientes, 10 minutos.

Han salido unas 50 lenguas de gato aproximadamente.

¡Que aproveche!

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