Hace mucho tiempo que cocino esta receta. Lo pedí para comer en un italiano y desde entonces ¡Me encanta!

Me parece que es una manera diferente y genial de comer pasta.

Por lo general siempre cocinamos la pasta con salsa de tomate, carne y queso. De vez en cuando con un sofrito de ajos y muy de vez en cuando, y sobretodo los más ‘amantes de los vegetales’, en verano y en ensalada.

Hoy os muestro otra manera de hacer la pasta. Sencilla y rápida, como me gusta cocinar.

 

INGREDIENTES (2 personas)

· Pasta nero di seppia

· 12 cl. Aceite Girasol

· 6 cl. Leche

· Sal

· 1 Diente de ajo

· 3 Hojas de Perejil

· 200 gr. Gambas

· Dos cucharadas de Aceite

· Tomate Natural en dados (al gusto, yo no lo pongo)

 

EMPEZAMOS

Para empezar preparamos el Alioli.

Tradicionalmente el alioli se hace a mano poniendo ajo y aceite (muy poco a poco) en un mortero y majando sin parar. Aunque su nombre viene del catalán (All i oli), se cree que ya se usaba en tiempos de los romanos quienes se lo habrían robado a los egipcios. Lo que está claro es que se da mucho en toda la zona del mediterráneo (con diferentes nombres) y en las provincias de Andalucía.

Os cuento todo esto precisamente por que no vamos a hacer un Alioli tradicional, sino una mezcla más sencilla, un falso Alioli que no se corta, se conserva más tiempo y que es facilísimo de hacer.

Es una mezcla entre una mayonesa casera sin huevo y un alioli ‘adulterado’, receta de mi madre que no quería que nos pusiéramos malos por salmonela.

En el vaso del batidor ponemos el aceite, la leche, el ajo, la sal, el perejil y batimos.  ¡Así de fácil!

Normalmente mi rutina suele ser poner el brazo del batidor pegado al fondo y según se va montando el aceite ir levantándolo poco a poco. Manías.

Si os gusta el perejil más enterito añadirlo justo al final, aunque a mi me gusta que tiña un poco de verde la salsa.

Empezamos con la pasta.

Para esto no hay secretos, hay que seguir las instrucciones del envase.

Normalmente hay que echar la pasta en agua hirviendo con un poco de sal (echar la sal cuando empiece a hervir el agua) y dejar cocer los minutos que nos indiquen. La pasta nero di sepia suele ser unos 10 minutos, pero confirmarlo en el envase.

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En cuanto a la cantidad, una manera muy eficaz de medir la cantidad para dos personas es utilizar una cuchara de postre (un poco grande): Cogemos un puñado de pasta y lo ponemos en vertical sobre la cuchara, la pasta que se quede dentro es la cantidad que utilizaremos. Si véis que es poco o mucho, añadir o quitar al gusto.

Mientras se cocina la pasta freímos las gambas hasta que estén doraditas en el aceite.

No suelo añadirle nada más por que el Alioli aportará todo el sabor necesario, aun así, la primera vez que comí este plato me lo sirvieron con trocitos muy pequeños de tomate natural que habían sofrito con las gambas. ¡¡A vuestro gusto!!

Una vez cocida la pasta la colamos y la ponemos en una fuente que podamos meter en el horno.

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Ponemos las gambas (con su aceitito) por encima y tapamos todo con el Alioli.

Metemos al horno a 200º unos minutos, con el gratinador, hasta que veamos que el Alioli esta doradito.

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Sacamos, con cuidado de no quemarnos, y ya está listo para comer.

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Opciones:

En realidad es una salsa mayonesa hecha con leche en vez de con huevo. Si a esta receta le quitáis el ajo es una mayonesa increíblemente buena.

Los trocitos de tomate, si los hacéis con las gambas añadirlos a la sartén en el último momento y en daditos muy pequeños.

Se puede comer sin dorar el Alioli en el horno.

Siempre quito el germen del ajo: lo corto por la mitad y quito el ‘tronquito’ más duro que está en el centro, el germen.

Algunos espagueti nero di sepia no necesitan sal, os lo advertirán en el envase.