Hace unos días una compañera del trabajo me dijo que tenía unas frambuesas congeladas y que no iba a hacer nada con ellas, así que pensó en dármelas con una condición, que hiciese una receta para llevar al trabajo y que todos/as pudiesen probarla. ¡Muy buena idea!

Pensé en una tarta, por qué ¿A quién no le gustan las tartas?

Tenemos una compi que es celíaca, así que para la base estuve pensando entre galleta molida con mantequilla u hojaldre. Con hojaldre hubiera quedado espectacular, pero no encontré masa sin gluten en ningún supermercado cercano, y fui a cuatro…  una pena…

Así que finalmente hice esta maravillosa e increíble tarta que todo el mundo en la oficina dice que estaba riquísima.

 

INGREDIENTES PARA LA BASE

Opción Sin gluten:

· 300 gr. Galletas María (sin gluten)

· 150 gr. Mantequilla

Opción Con gluten:

· 250 gr. Galletas María

· 125 gr. Mantequilla

 

INGREDIENTES CREMA PASTELERA

· 250 ml. Leche

· 50 gr. Azúcar

· Vainilla (esencia líquida, medio botecito individual)

· 20 gr. Maizena

· 2 Huevos

· 1 pizca de Sal

 

INGREDIENTES PARA LA COMPOTA DE FRAMBUESA

· 400 gr. Frambuesa

· 25 gr. Mantequilla

· 150 gr. Azúcar

· Un chorrito de Limón

· 1/2 botecito de Esencia de vainilla

 

EMPEZAMOS

Primero preparamos la crema pastelera ya que tendremos que dejar que se enfríe.

Ponemos todos los ingredientes en un cazo y lo llevamos a ebullición sin dejar de remover con unas varillas.

En cuanto espesa retiramos del fuego y seguimos batiendo, sin parar, unos minutos más. Pasarlo a otro bol para que se enfríe antes.

Precalentamos el horno a 180º.

Trituramos las galletas con la ayuda de un triturador, un batidor, una cuchara y mucha paciencia, o como lo he hecho hoy, metiendo las galletas en dos bolsas (una dentro de otra) y aplastando con el rodillo hasta que se haga migas. Estas galletas son muy grasas y porosas, se rompen enseguida.

Ponemos el polvo de galletas en un bol, derretimos la mantequilla y la añadimos a las galletas.

Mezclamos y extendemos haciendo una pequeña pared de un par de centímetros en el molde (24 cm).

Tapamos con papel de aluminio y horneamos 15 minutos. Quitamos el papel y horneamos otros 7 minutos más.

Una vez fuera dejamos que se enfríe la base de galleta, el tiempo necesario para hacer la compota. No pasa nada si se cuartea un poco, ya que la crema pastelera fría no suele ‘irse’ por los huecos.

Para hacer la compota ponemos la mantequilla con las frambuesas en un cazo. Calentamos hasta que se van deshaciendo las frambuesas. Añadimos el azúcar y lo integramos bien. Después el limón y la esencia de vainilla. Debemos dejarlo cocer a fuego lento, removiendo cada pocos minutos, durante 15-20 minutos.

En mi casa tenemos el «Más que sopas» de Philips: Ponemos todos los ingredientes dentro, señalamos el programa de compota y en 15 minutos ¡Listo!

Si podemos dejar enfriar la compota sería perfecto. Podemos hacerla incluso el día anterior y tenerla en un bote.

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Después ya solo queda ir montando todas las capas.

A la base de galleta le añadimos la crema pastelera y después la compota de frambuesas.

Dejar que se enfríe en la nevera al menos 30-45 minutos para que la crema pastelera y la compota se queden firmes.

¡¡Está riquísima!!

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Esta es la imagen de la tarta al final del día, después de que mis compis ‘metieran’ la cuchara.

Un público agradecido.