En buen momento hice esta tortilla en mi casa.

Recién mudada a nuestra nueva casa, con mi chico, un día decidí hacer tortilla, pero no cualquiera ¡¡La que hacía mi madre en su bar!!.

¿Que pasó? que ya no hay otra tortilla en el mundo que sea como la mía. Palabras de mi chico.

El otro día el muchacho tenía carrera y fui a recogerle a la meta con una barra de pan casera, que ya colgaré la receta, y una tortillita para irnos a un merendero y comer al sol, que ya hacía tiempo que no sabíamos qué era eso brillante que por fin nos daba en la cara.

Como la tortilla iba a estar en el maletero del coche un tiempo más que razonable, opté por cuajarla bastante, para no dejar el huevo poco hecho y que nos sentara mal, pero es verdad que eso es a gusto de cada uno.

A mi me gusta que se desparrame, pero para comer en bocata y sabiendo que iba a estar al menos 3 horas en el ‘horno’ del maletero, me daba un poco igual y la hice contundente.

 

INGREDIENTES

· Patatas (luego os digo un truco para saber cuantas)

· 4-5 huevos

· Sal

· Aceite

· 3 lonchas de Jamón York

· 3 lonchas de Queso para fundir.

 

EMPEZAMOS

Lavamos las patatas y las pelamos. En esto no hay truco.

A la hora de cortar, cada uno tiene sus manías. Yo lo hago como si estuviese quitando capas a la patata.

¿Cómo saber cuanta patata pelar y cortar?

Mi truco es llenar un plato hondo hasta arriba, incluso un poco más. Si veo que me he quedado corta pelo una patata más y listo. Si me he pasado, luego echamos un huevo más y arreglado.

Tenemos que pensar que una tortilla rellena equivale a dos tortillas, por lo que no podemos quedarnos cortos en patatas ni huevos.

Ponemos el aceite a calentar, una buena cantidad. No hace falta que las patatas queden cubiertas al completo, ya que según se vayan cociendo las iremos moviendo, aplastando y troceando.

Esta sartén tiene 24 cm de diámetro.

¡Me habéis oído bien! he dicho que ‘coceremos la patata’, ya que en realidad lo que hacemos es cocer la patata en aceite en vez de en agua.

Al principio suelo poner el aceite a tope (9/9), pero en cuanto echo las patatas a la sartén bajo al fuego (6/9) para que se vayan haciendo poco a poco.

Al principio solo podremos mover las patatas para que las que están abajo suban y las de arriba bajen, y no se queme ninguna. Cuando empiecen a estar más blanditas las vamos partiendo.

Tardan un ratito en hacerse, así que sin prisas, de los 10-15 minutos no baja.

Uso una espátula de madera por que cuando están hechas noto mejor que ya no me cuesta nada partirlas. ¡Cuestión de manías!

Mientras tanto ponemos los huevos en un bol y añadimos sal. Luego podremos rectificar si hace falta.

Batimos un poco, lo justo para que salga algo de espumita. Una vez oí a un cocinero que decía que el huevo de la tortilla tiene que estar mareado, no batido.

Una vez hechas las patatas las vamos escurriendo, echando la patata en el bol con los huevos y mezclamos con el mismo tenedor.

Aquí es donde vemos si hacen falta más huevos o no. En mi caso le tengo cogida la medida (plato hasta arriba de patatas=5 huevos para que quede jugosa y voluminosa) pero vosotros tendréis que ver que no queda ni ‘huevo con algo de patata’ ni un montón de patatas casi sin huevo.

Un truquito para saber el punto de sal: Sé que no está bien que yo lo diga, pero una vez que he añadido la patata pruebo el huevo, crudo. Echo un poco de sal, mezclo de nuevo y vuelvo a probar. Así hasta que me quede bien de sabor.

Quitamos el aceite a la sartén. Esta es antiadherente así que lo quito todo.

Como no suelo freír nada en casa, no tengo un sitio de esos en los que guardar el aceite. Es por eso que en estos casos utilizo un recipiente de cristal o porcelana, le pongo una cuchara que hará de regulador del calor y el colador encima. La cuchara hará que no se rompa el vaso o tazón que usemos.

Con la sartén bien caliente (8/9) echamos la mitad de la mezcla de patata y huevo.

PC_20150308_105600

Ponemos el jamón york y el queso encima.

Y después echamos el resto de la mezcla de patata y huevo por encima. ¡Hasta aquí lo fácil! jejejeje.

PC_20150308_105737

 

Lo dejamos unos minutos, 2-3 más o menos, y damos la vuelta al a tortilla.

Tardé años en cogerle el truquillo, pero es verdad que con los vuelcatortillas que venden ahora en las ferreterías, grandes superficies y chinos, el ‘mundo tortilla’ se ha simplificado mucho.

Ponemos el vuelcatortillas sobre la sartén, damos la vuelta a ambas a la vez y después dejamos resbalar la tortilla de nuevo a la sartén mientras nos ayudamos de una espátula para empujar los restos que se van quedando atrás en el invento.

¡Cuidado al dejarla resbalar! Estamos hablando de una tortilla rellena, no se os vayan a destrozar las capas en el trayecto.

Me encanta cuando ya está de nuevo en la sartén, con una pinta increíble y le ayudo a ser más redonda pasando la espátula por los bordes.

Volvemos a dejar unos minutos más en el fuego para que se haga la parte de abajo.

¿Cómo sabemos que está hecha? Apretamos con el dedo y así sabemos si está cuajada o no, dependiendo de lo que podamos hundir el dedo. ¡Hacerlo suave!

Sacamos a un plato y ya está, una ¡tortilla riquísima!

PC_20150308_122015